lunes, 1 de junio de 2015




TEXTO SOBRE GENERACIÓN DEL 98

Introducción
En el siglo XIX se produce el fin del imperio español con la perdida de Cuba, Filipinas y Puerto Rico. El Tratado de París (1898) otorga la independencia a Cuba y deja el control de Filipinas y Puerto Rico a los Estados Unidos. La indignación que estos hechos provocan en el sentir de los españoles, se manifiesta también en la  literatura a través de la generación del 98.

Tradicionalmente se ha dividido a los escritores de finales del siglo XIX y principios del siglo XX en dos grupos diferenciados el Modernismo y Generación del 98. No obstante, las diferencias entre unos y otros no son tan claras, algunos de los integrantes de la Generación del 98 como Antonio Machado o Valle Inclán se podrían encuadrar en cualquiera de los dos movimientos, además ambos colectivos se mueven con una estética que rompe con la imperante a lo largo del siglo XIX. Todos abogan por una profunda la renovación lingüística con  nuevas posibilidades expresivas y adoptan posturas críticas ante las normas sociales y la situación política. 

Características del Modernismo y de la Generación del 98
MODERNISMO
GENERACIÓN DEL 98
Reflexión cosmopolita y universal
Movimiento especialmente castellano
Se desarrolla en Hispanoamérica y España bajo la influencia de Europa
Reflexión centrada en España
Tema de tradiciones clásicas, medieval…
Tema patriótico
Intenta eludir la realidad mediante la huída a mundos exóticos e irreales
Intenta reflejar la realidad moral y social de España
Prefiere la lírica y la prosa poética
Prefiere el ensayo y la novela
Sensotial, emotivo y superficial

Predominio de la forma sobre el contenido, lenguaje sensorial, preciosista, evocador y simbólico
Predominio del contenido sobre la forma, lenguaje sencillo, personal y castizo

Motivaciones de la Generación del 98 y búsqueda del "ser de España"
La generación del 98 agrupa a un grupo de escritores nacidos entre 1964 y 1975, que analizan los males que han llevado al país a la situación de decadencia y desastre que vive en esos momentos. Coinciden en intentar recuperar la esencia y el alma de España y sacar de la indiferencia y apatía a los ciudadanos españoles. Se revelan, por eso, ante el atraso social y económico en que viven los españoles y proponen soluciones imaginativas para cambiar la agricultura, la educación, la cultura y el modelo económico del país. Consideran, además, que España no puede vivir de espaldas a Europa, se apoyan en los valores patrióticos que descubren en el pasado glorioso del país, a pesar de que la mayoría de ellos militan o apoyan teorías de índole marxista. Unamuno es marxista y milita en el Partido Socialista, Ramiro de Maeztu muestra ideas socialistas y Azorín o Pío Baroja son simpatizantes anarquistas. Este espíritu de protesta y rebeldía es provocado en parte por la actualidad contemporánea de determinadas doctrinas revolucionarias. En general los autores de la generación mantuvieron, al menos al principio, una estrecha amistad y se opusieron a la España de la restauración, proponiendo posturas coincidentes. Distinguen todos entre una España real, miserable y otra la España oficial, falsa y aparente. Su preocupación por recuperar la identidad de lo español abre un debate, que continuará después de ellos, sobre el llamado "ser de España".

Castilla y renovación de géneros literarios en la Generación del 98
Se interesan por el paisaje y las tradiciones, admiran Castilla y la ensalzan. Recorren la meseta y escriben libros de viaje, a la vez que resucitan el Romancero y con ello los más viejos mitos españoles. Renuevan los géneros literarios y crean formas nuevas para todos ellos. Dentro de la narrativa, por ejemplo, Unamuno desarrolla la "nivola", término que aparece por primera vez como subtítulo de su obra "Niebla". La nivola representa el rechazo a todo lo que defiende la novela realista, la caracterización psicológica de los personajes, la ambientación realista o la narración omnisciente en tercera persona. Prima en ella, pues, la sencillez estructural, la supresión de descripciones, el monólogo interior y el diálogo. 
José Martínez Ruíz (Azorín), fragmenta la narración en instantáneas que confinan el tiempo y captan la impresión de un momento. En su experimentación con el espacio y el tiempo, hace vivir al personaje en varias épocas y lugares, es la novela impresionista, ejemplos de ella son "La voluntad" o "Las confesiones de un pequeño filósofo". Valle Inclán revoluciona el teatro gracias a sus esperpentos. 

Rechazan la fraseancia, la elaboración retórica y el caracter detallista del Realismo y priman un lenguaje de sintaxis corta próximo a la manera de decir de la calle, que reproducen en todo su casticismo. Son pesimistas en cuanto a la situación del país y simpatizan con el pensamiento romántico, especialmente con el de Mariano José de Larra. Ideológicamente son regeneracionistas. Tampoco diferencian entre el objeto de la observación y la manera de mirar. El sentir personal tamiza la mirada y la carga de una subjetividad exacerbada les que conduce al nihilismo.

Autores del la Generación del 98 
Entre los autores más destacados habría que citar al "Grupo de los tres" constituido por Pío Baroja, Azorín y Maeztu, que firman sus artículos bajo ese seudónimo. En 1901 publican un manifiesto en el que exponen la necesidad de cooperar la generación de un nuevo estado social en España que la saque de su estado de misera actual, aunque su campaña política fracasa, lo que acentúa su pesimismo y su desengaño.

Otros autores importantes son: Gavinet, Joaquín Costa, Unamuno, Ortega y Gasset, Antonio Machado, Valle Inclán, Blasco Ibáñez y Gabriel Miró.

Influencias y contribuciones de la Generación del 98
La Generación del 98 contribuye poderosamente a la renovación literaria de principio de siglo, sienten una especial reverencia por Larra,  al que consideran un precursor, y por algunos clásicos como Fray Luis de León, Cervantes o Quevedo, incluso miran más atrás hacia la Edad Media, hacia el poema del Mio Cid, las obras de Berceo, Jorge Manrique o el Arcipreste de Hita. La renovación estética y los logros del 98 merecen de los críticos su inclusión dentro de la Edad de Plata de nuestra literatura.

Fuente: El texto del vídeo https://www.youtube.com/watch?v=sWHFwXEhj9s

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