DICTADO DEL 13 DE ENERO
Cuando Phileas Fogg salió de Londres,
sin duda no sospechó la grandísima repercusión que iba a tener su marcha. Rápidamente la noticia de la apuesta se extendió por
toda la asociación o club y produjo una auténticaconmoción entre los miembros del honorable círculo.
Más tarde, la conmoción pasó del club a los periódicos a través de
los reporteros, y de los periódicos al público de Londres y
de todo el Reino Unido.
Unos tomaron partido por Phileas Fogg y otros, que pronto formaron una considerable
mayoría, se pronunciaron contra él. Dar lavuelta al mundo en
un tiempo mínimo y con los
medios de comunicación existentes en aquel momento,
no solamente era imposible, sino que era demencial.