España en el siglo XIX
INTRODUCCIÓN
Antes
de la guerra de independencia, España había luchado contra Francia
durante la Revolución Francesa, ya que al igual que otras monarquías
se oponía a las ideas liberales. Como España fue derrotada, tuvo
que firmar un tratado que la convertía en aliada de Francia.
En
1807 España y Francia firmaron el Tratado de Fontainbleau en el que
acordaron invadir Portugal con tropas de ambos países, ya que los
portugueses se habían aliado con el peor enemigo de Francia,
Inglaterra. El Tratado permitía a las tropas francesas atravesar
España hasta llegar a Portugal.
Aprovechando
su paso por España, los franceses, por orden de Napoleón,
comenzaron a ocupar varias ciudades españolas.
Napoleón,
viendo la frágil situaciones familiar de los reyes (Fernando
conspiraba contra su padre, el rey Carlos IV, la reina engañaba a su
marido con un general importante…), los reunió a todos en Bayona,
secuestrándolos, Y obligó a Carlos IV a abdicar a favor de su hijo,
y éste a favor a su hermano José Bonaparte. Incluyó así a España
en su Imperio.
La
Guerra de Independencia.-
El
rey de España es
José
Bonaparte, desde que su hermano Napoleón le dio el trono tras las
Abdicaciones de Bayona.
El
2 de mayo de 1808 se produce en Madrid el primer levantamiento contra
los franceses. Aquí comienza la Guerra de Independencia.
Esta
guerra se produce porque el pueblo español quiere liberarse de la
opresión francesa. A la vez era una lucha civil entre los
afrancesados (liberales) y los fernandinos (absolutistas).
El
ejército francés está mucho más preparado que el español, pero
España gana la guerra debido a tres factores: la ayuda inglesa, la
guerra de guerrillas y, finalmente, la derrota francesa contra los
rusos.
En
el año 1814, a derrotar definitivamente a Napoleón.
Los
Afrancesados y las Juntas.-
En
1808, al iniciarse el levantamiento contra los franceses, los
españoles niegan la autoridad de José Bonaparte y se organizan
políticamente en Juntas locales, Juntas provinciales y Junta Suprema
Central.
El
fin del Antiguo Régimen: nacimiento del liberalismo en España.-
Cortes
de Cádiz: fueron convocadas en 1809 por la Junta Suprema Central. Se
trata de ordenar políticamente España.
Se
da comienzo a las cortes en 1810. Se denotan dos ideologías
distintas: los absolutistas, conservadores, que defienden el Antiguo
Régimen y los liberales, progresistas, que pretenden instaurar las
ideas liberales en España. Contribuyen mucho, los liberales, a la
redacción de la Constitución. La monarquía no es cuestionada en
ningún caso. Lo que sí se cuestiona es la limitación del poder del
rey.
REFORMAS
CORTES DE CÁDIZ:
Se
suprimieron los señoríos unas tierras controladas por feudales.
Se
abolió la Inquisición (que perseguía a los no católicos).
Se
prohibieron los gremios.
Se
declaró la igualdad de los españoles ante la ley.
CONSTITUCIÓN
DE CÁDIZ (1812):
(Fue
aprobada el 19 de marzo, día de san José, por eso se la conocía
como “la Pepa”.
Reconocía
la soberanía nacional.
Reconocía
la división de poderes.
Establecía
una declaración de derechos muy completa.
Reconocía
el sufragio universal masculino.
El
reinado de Fernando VII (1814-1833).-
Cuenta
con tres etapas:
Primera
etapa (sexenio absolutista 1814-1820): En 1814, Fernando VII regresa
a España tras la invasión francesa. Lo
convencen de que restablezca el absolutismo. Así lo hace en el
Decreto de Valencia, declarando nula la constitución del 12 y
todos los decretos decididos en las Cortes de Cádiz. Entre 1814
y 1820 va a ejercer el poder absoluto. Persigue a los liberales.
Muchos de ellos se exilian. Hubo varios intentos de golpes de
estado, pero fracasaron hasta que, el 1 de enero 1820, los
militares, reunidos en Andalucía para ir a sofocar la rebelión de
las colonias americanas, dirigidos por Riego, hicieron un
pronunciamiento militar. El 7 de enero, Fernando VII se vio
obligado a aceptar la vigencia de la Constitución de Cádiz.
Segunda
etapa (Trienio liberal 1820-1823): tras el golpe de estado de Riego,
se mantiene la monarquía, ahora constitucional, ya que Fernando VII
juró la Constitución de Cádiz. Los países miembros decidieron en el Congreso de
Verona (1822) mandar un ejército a España a solucionar los
problemas y restaurar el absolutismo.El 30 de septiembre de 1823 es liberado
Fernando VII y se restaura el absolutismo.
Tercera
etapa (Decenio absolutista o década ominosa 1823-1833): esta
tercera etapa se puede dividir, a su vez, en dos períodos: de 1823
a 1825-26 y de 1825-26 a 1833.
El
primero está caracterizado por una fuerte represión al liberalismo.
Los liberales son ejecutados. Los que se salvan se exilian.
En
el segundo período, esa represión ya no es necesaria debido a que
no quedan liberales en España.
La
cuestión más importante de esta época es la sucesión de Fernando
VII. En los últimos años de su vida se casó y va a tener
descendencia. En 1830, aun no sabe si su hijo va a ser hombre o
mujer, por lo que deroga la Ley Sálica. A su muerte, estaba
derogada. Isabel II subió al trono.
El
carlismo y la sucesión al trono.-
Al
morir Fernando VII, la reina Isabel II tiene 4 años. María
Cristina, la madre de Isabel, es nombrada regente. Don Carlos, el
hermano de Fernando, pretende el trono. Esto va a ocasionar muchos
conflictos. Estalla la I Guerra Carlista, entre los carlistas
(absolutistas) y los isabelinos (liberales).
En
general, son las ciudades las que apoyan a Isabel y las zonas rurales
a Carlos. El final de la guerra se firma en el “Abrazo de Vergara”
entre Espartero (general isabelino) y Maroto (carlista).
La
Emancipación de la América Española.-
La
emancipación de la América Española se produjo por varias causas:
Desde
1808, España se encontraba ocupada por Napoleón. Los territorios
americanos se vieron obligados a tomar decisiones solos.
Esta
experiencia de autogobierno estaba guiada por el ejemplo de las
colonias norteamericanas y por las ideas liberales de la Revolución
Francesa.
Dos
personajes destacados de la emancipación fueron Simón Bolívar y
José de San Martín. Eran criollos, es decir, descendientes de
españoles.
Bolívar
soñaba con crear los Estados Unidos en el sur. Llegó a formar la
Gran Colombia (Venezuela, Colombia y Ecuador), que se dividió antes
de su muerte.
Con
la Batalla de Aiacucho acabó el proceso independentista. La pérdida
de América supuso para España una convulsión económica y moral.
El
Reinado de Isabel II (1833-1868).-
1ª
Etapa: regencias (minoría de edad de Isabel II 1833-1843).
María
Cristina (1833-1840).
Espartero
(1840-1843).
2ª
Etapa: mayoría de edad (1844-1868).
Decenio
moderado (1844-1854).
Bienio
progresista (1854-1856).
O'Donnell
y los gobiernos de la Unión Liberal (1856-1863).
Crisis
de gobierno (1863-1868).
- 1ª Etapa: regencias (1833-1843).-
Al
morir Fernando VII, Isabel II tenía 4 años. Se nombra regente a
María Cristina (1833-1840). Se enfrenta a la guerra carlista, que
gana. Se apoyó en los liberales, moderados y progresistas.
En
1840 le proponen compartir la regencia. No le parece oportuno y
decide abandonarla. Se nombra regente a Espartero (1840-1843). Es un
militar liberal progresista. En 1843 se pone fin a su regencia. Se
reconoce mayor de edad a Isabel II antes de tiempo, tenía 15 años,
y comienza la Segunda Etapa.
- 2ª Etapa: mayoría de edad (1844-1868).-
- Decenio moderado (1844-1854): son diez años de estabilidad política. Los gobiernos son moderados. Al frente de esta etapa está el General Narváez, líder de los moderados. Se elabora y promulga la Constitución moderada del 45. Defiende la soberanía compartida por Cortes y Rey, sufragio restringido, religión católica...
- Bienio progresista (1854-1856): Isabel II sigue siendo reina. Espartero está presente en esta época. Hay una Constitución no nata, progresista.
El
bienio concluye en 1856 con un golpe de estado de los moderados.
- O'Donnell y los gobiernos de la Unión Liberal (1856-1863): la Unión Liberal es del centro político. Cogen las ideas moderadas de los progresistas y las ideas progresistas de los moderados. Distraen los problemas internos con una política exterior e internacional, recuperando el prestigio perdido con la emancipación americana. Impulsa una política de expansión colonial. En 1863 hay una crisis social y política. Fallecen Narváez y O'Donnell, los dos líderes políticos carismáticos de España. Esta situación la aprovechan los progresistas para declarar la Revolución de 1868. Empezó como un pronunciamiento, pero acabó siendo una revolución en toda regla, ya que cayó la monarquía borbónica.
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