Edad Antigua. Primeras
civilizaciones.
Se denomina Edad Antigua a la
etapa de la historia que se caracteriza por la aparición y desarrolló de las
primeras civilizaciones. La historia tradicional establece el descubrimiento de
la escritura como acontecimiento que marca la frontera cronológica entre la
Prehistoria y el comienzo de la Escritura.
La reconstrucción del devenir
humano hasta ese momento se ha elaborado a partir del descubrimiento y estudio
de restos arqueológicos. Ahora el estudiador dispone además de fuentes
documentales escritas para realizar su trabajo. Es de resaltar que regiones
como Egipto y Mesopotamia, posiblemente por razones biogeográficas transitan
directamente del Neolítico a la Historia en el cuarto milenio antes de Cristo,
otras entre las que se encuentra Europa tendrán que esperar varios siglos para
materializar esa evolución.
Los límites cronológicos
generalmente aceptados establecen el inicio de la Edad Antigua alrededor del año
3.000 a.c y su final coincidiendo con la caída del Imperio Romano de Occidente
en el 476 d.c.
En esta etapa se conforman los
primero Estados, como Egipto, Grecia o Roma, que a partir del 509 a. de C.
comienza una expansión imperialista que impondrá su dominio sobre casi toda Europa
y los territorio ribereños del mar Mediterráneo.
La estructura política (con la
sola excepción de un breve periodo de la historia de Atenas que se rige por un
sistema primitivo de democracia directa) se articula a través de monarquía
teocrática que otorga a los gobernantes la dignidad de dioses o cuando menos
descendientes de los dioses hasta la consolidación del cristianismo (lo ocurre
en el siglo cuatro después de Cristo) son multitud.
Las primeras civilizaciones de
la historia que se localizan en Mesopotamia Egipto, India y China hace unos
5.000 años a orillas de grandes ríos el Tigris, el Eúfrates, el Nilo, el Indo, el Huan-ho (Huan-he) o el rio Amarillo; cuyos
márgenes fértiles y fáciles de regar son
terrenos propicios para el desarrollo de la agricultura. El crecimiento
económico subsiguiente produce muy significativos cambios, aumenta la población
y las aldeas se transforman en ciudades que pueblan sociedades complejas. Nace
gracias a ellos, una nueva forma de existencia, nace la civilización. El
concepto de civilización supone que a la cultura a la que se aplica contiene al
menos los siguientes elementos: tiene a la ciudad como foco y referencia para
el desarrolla político, económico, social, cultural y religioso; se coloca bajo
la protección de determinados dioses a los que considera cruciales para el
progreso comunitario; como consecuencia surge la clase sacerdotal que
intermedia y regula la relación con los dioses; desarrolla también la
civilización dos entramados burocráticos: uno gubernamental que regula, media y
sanciona la demanda y los conflictos surgidos entre la población; y otro de
carácter guerrero que posibilita la adquisición de nuevos dominios, lo que
significa más poder, a la vez que protege la propiedad de enemigos externados. Por
último, organiza las relaciones sociales
en una estructura desigual donde el grado de poder y de influencia viene dado
en función de la riqueza económica que posee el individuo. La sociedad se
constituye así en una clase superior reducida, integrada por reyes, sacerdotes
y principales líderes políticos ilimitados. Otra de hombres teóricamente libres:
agricultores y artesanos, junto a un último contingente de esclavos e
individuos sin derechos. La civilización, por otro lado, potencia el desarrollo
de la escritura, utilizada por reyes, sacerdotes, mercaderes y artesanos como
recurso para mantener registro, además de nuevas formas de artísticas y
intelectual que les caracterizan o definen.
La arqueología estima que la
civilización empieza en Sumeria, una región de la baja Mesopotamia donde
avanzadas sociedades agrícolas de la Edad de Cobre crecen y prosperan porque aprenden
a controlar las periódicas crecidas de ríos que aprovechan en su beneficio y de
una floreciente agricultura de regadío. El ingenio humano produce en esta
situación de bonanza algunos de los inventos más extraordinarios que han
permidiniado la humanidad: el arado, el transporte rodado y la escritura.
En un principio los reyes
gobiernan sólo sobre una ciudad, luego, mediante pactos o uso de la fuerza, logran
construir grandes imperios.
El estudio de las
civilizaciones de la antigüedad suele agruparse atendiendo a criterios
geográficos y de vinculación o dependencia cultural, comercial o política.
Por un lado, se habla del
Antiguo Oriente que incluye las primeras civilizaciones del Extremo Oriente:
China e India; y las de Oriente Próximo que son: Mesopotamia, el antiguo Egipto,
el imperio Persa, Fenicia y Palestina. Todas ellas desarrollan una gran
variedad culturas, idiomas, religiones y sistemas de escritura. Se caracterizan
a nivel socio-político por la existencia de un poder omnímodo en la cúspide de
un imperio que somete al pago de tributos a las comunidades campesinas sujetas
a él, pero que mantienen, no obstante, una condición social libre. Existe la
esclavitud pero no representa la forma de trabajo principal. Son
civilizaciones, aparte de la ubicación geográfica, no coinciden en su desarrollo
ni en el tiempo ni en el procedimiento. Así Mesopotamia contempla la aparición
de varias ciudades entorno a los ríos Éufrates y Tigris a lo largo del cuarto
milenio a.C. Es el rey Sargón quien alrededor de 2.371 a.C.logra el dominio de
Acad, el imperio por él iniciado permanece varios siglos antes de fragmentarse
y desaparecer.
La unificación de Egipto la
alcanza el rey Menes hacia el 3.100 a.C, su historia vivirá hasta tres importantes
imperios antes de ser nominado por pueblos extranjeros.
Las ciudades independientes de
los valles del Indo y del Ganges han de aguardar hasta el 1.500 a.c a que los arios
unifiquen su lengua, el sanscrito, y su religión, el induismo. La unificación
no será posible hasta el advenimiento del rey Ashoka bajo cuyo reinado se
extiende una nueva espiritualidad religiosa, el budismo. China por su parte
contempla la sucesión de cuatro dinastías: Shong, Zu, Quin y Han entre 1.700
a.c y el año cero, el inicio de nuestra era. Es el primer emperador Qin el que
extiende el territorio, unifica la escritura y la moneda, y construye en el
siglo III a.C la Gran Muralla para proteger la gran frontera de su imperio. Los
territorios son tan bastos que se crea un numeroso cuerpo de funcionarios para
mejorar la administración.
La denominada Antigüedad
Clásica incorpora a las civilizaciones griega y romana que constituyen el
sustrato de la actual sociedad Occidental. Ellas absorben el conocimiento de
pueblos antiguos y lejanos y elaboran a partir de ellos un pensamiento y una
cultura original que enseñan y difunden. Abarcan el período entre el siglo VIII
a.C. y el siglo V d.C. Se caracteriza por la incorporación de los conceptos
socio-político de ciudadanos y libertad que son aplicables a una menoría privilegiada
sostenida por el trabajo de la esclavitud.