miércoles, 21 de enero de 2015

EDAD MEDIA, CUESTIONES Y RESPUESTAS

1. ¿Por qué el nombre de “Edad Media”?
Muchos piensan que la Edad Media fue un periodo oscuro, en el que no paso mucho, y que se llama así porque quedo colgando en medio del esplendor de la Antigua Roma y el mundo Moderno. Es decir que para muchos la Edad Media fue un bache en la historia, de un periodo de transición como un sótano oscuro en el que el hombre permaneció oculto y del que salió nuevamente a la luz allá por el año 1500, cuando renacieron aquellas ideas de la antigüedad que habían hecho tan brillantes las épocas Grecia y Roma.

2. ¿Qué aportaciones debemos a la Edad Media?
Por estos años cuando comenzó a gestarse la Europa que conocemos hoy: España, Francia, Italia, Alemania, Gran Bretaña, los Países Bajos, toda Escandinavia, Austria, Hungría...son descendientes de aquellos famosos pueblos bárbaros que ocuparon estos territorios después de la caída del Imperio Romano. Durante los diez siglos de la Edad Media estos pueblos se convirtieron en reinos y le dieron forma a Europa, referencia fundamental de la cultura occidental.

3. Los francos.
Allá por siglo V d.C. pueblos bárbaros provenientes del centro europeo acosaban la estabilidad del Imperio Romano. Los bárbaros germanos fueron quienes finalmente en el año 476 entraron y destruyeron a Roma por completo. Los germanos no eran un solo pueblo sino que estaban subdivididos en un sin números de fracciones que siempre luchaban entre sí: los lombardos, los vándalos, los godos, los visigodos, los borgoñeses, los sajones y especialmente un grupo de pueblos que lograron destacarse entre todos estos: los francos. Estos personajes rústicos fuertes y muy guerreros venían de tierras cercanas al Río Rin en la actual Alemania. Los francos tuvieron una gran ventaja de su lado nació un hombre que era un líder por naturaleza y que jamás se dejaba vencer ese hombre se llamó: Clodoveo.

4. Glodoveo.
Glodoveo.y comenzó a liderar a su pueblo con tan solo 16 años. En el año 481 llegó a ser el primer rey de todos los francos y bajo su mando los francos se extendieron desde su patria, luchando contra todos sus vecinos y conquistando la mayor parte de la antigua provincia romana de la Galia, o sea la actual Francia, que tomó su nombre de estos fuertes guerreros. Clodoveo gobernó desde la incipiente ciudad de París, luego se casó con una bella princesa del pueblo de los borgoñeses llamada Clotilda. Ella habría abrazado a la religión cristiana, cosa que no agradaba mucho a los rústicos francos. Clodoveo cedió a la religión de Clotilda y finalmente se bautizó cristiano. Este fue un hecho fundamental ya que a partir de Clodoveo todos los francos se convirtieron al cristianismo, y así se fue forjando una relación importantísima entre los reyes y la Iglesia que duraría por siglos.

5. La nobleza de espada
Los francos tenían una costumbre particular que con el tiempo se hizo muy común en toda Europa, cuando un rey moría su reino era dividido entre sus hijos o príncipes, ellos entonces tendrían tierras propias y podrían construir sus propios castillos para custodiarlas. Los reyes tenían que protegerse de muchos adversarios ya que gobernar por ese entonces no era otra cosa que defender las propiedades por un lado, y atacar nuevos territorios por el otro. Para ello cada rey necesitaba de muchos caballeros que se prestasen para el servicio militar, a cambio de este servicio el rey les concedía parte de sus tierras conquistadas, donde estos caballeros podrían construir sus propios castillos convirtiéndose en duques, que quiere decir conductores o condes que quiere decir, a su vez, propietarios de un condado. Fue así como los guerreros más valientes fueron adquiriendo propiedades que debían proteger en honor a su rey, a quien además le debían lealtad absoluta hasta la muerte. Ellos fueron la nobleza de espada. Gracias a la antigua costumbre de los francos, los hijos de los nobles heredaban esos mismos derechos y al igual que sus padres tendrían una porción de tierra que proteger. Esas tierras que circundaban el castillo y que eran llamadas feudos.

6. Los feudos.
Los feudos no estaban compuestos sólo de tierras y castillos, en torno a las murallas de un castillo se extendían las aldeas de los campesinos, estas también eran parte del feudo. Los campesinos trabajaban de sol a sol en los campos, pero no eran esclavos, tampoco eran hombres libres, eran siervos ya que estaban obligados a cumplir los designios del señor que los protegía desde el castillo. Este decidía sobre todas las cuestiones de la vida en su feudo, así que si tenías la mala fortuna de tener un señor feudal cruel o injusto, la desgracia era tu único destino. Aún así casi nadie se atrevía a abandonar la aldea en la que había nacido porque más allá, en los bosques y pantanos, sólo había caminos desamparados, hambre y el temor de ser interceptados por demonios o espíritus malignos. Ningún campesino sabía leer o escribir y rara vez sabían que pasaba más allá de las colinas que delimitaban el horizonte. Esa falta de conocimiento sobre el mundo que los rodeaba les generaba muchos temores y esos temores estaban reflejados en fabulosas supersticiones sobre magos, brujas y dragones.

7. El orden feudal
En la Edad Media la vida se caracterizó por una lucha incesante, los nobles se unían en sólidos ejércitos que se debían lealtad los unos a los otros y, a su vez, todos ellos le debían lealtad al rey. Para que los nobles tuvieran caballos, armaduras, espadas, capas y comida los campesinos de cada feudo debían trabajar sin descanso. Ellos producían todos los alimentos que comían sus señores y lo que sobraba también era tomado por los señores para intercambiarlo por todo aquello que necesitaban en sus campañas militares.
La sociedad feudal funcionaba como una gran rueda, sobre ella se apoyaban tres grandes grupos que nunca se mezclaban entre sí: Aquellos que se dedicaban a luchar eran los nobles caballeros, aquellos que se dedicaban a rezar eran el clero y aquellos que se dedicaban a cultivar la tierra eran los campesinos. Cada grupo dependía del otro, si los campesinos no eran defendidos por los nobles no podrían cultivar la tierra, y si los nobles y la Iglesia no tenían que comer ¿cómo iban a pelear y rezar?
Estos tres órdenes eran muy rígidos y nadie podía moverse de uno hacia el otro. La organización feudal duró en Europa unos mil años.

8. Los carolingios. Pipino "El breve"
Pipino era un duque de origen franco que tenía sus tierras en Soissons, a unos cien kilómetros de París, le decían "El Breve", porque era bajito. Pipino no estaba contento con sus escasas tierras, y ambicionaba convertirse en rey de los francos. Viendo que el Papa era el jefe de la Iglesia y tenía una gran influencia sobre todos los cristianos del reino, Pepino mandó ejércitos a Italia para defenderlo de agresores e invasores, permitiéndole crear los Estados Pontificios (que eran como los Estados de la Iglesia). En agradecimiento el Papa Zacarías le dio todo su apoyo y en el año 754 fue coronado como nuevo rey de todos los francos. Pipino "El Breve" fue el padre de Carlomagno.

9. Los Carolingios. Carlomagno.
Carlomagno, hijo de Pipino "El Breve" diferencia de su padre, era un hombre alto y robusto. Carlomagno supo aprovechar la astuta alianza que su padre habla entramado con el Sumo Pontífice de la Iglesia Cristiana. Entonces envió nuevos ejércitos a Roma y estos hicieron más extensos y poderosos los territorios gobernados por el Papa. En retribución el Papa nombró a Carlomagno protector de la Iglesia Romana. Con ese título el gran Rey de los Francos se lanzo hacia el Norte, hacia el Sur, hacia el Este y hacia el Oeste con el fin de conquistar, subyugar y cristianizar a todos los habitantes del continente Europeo. Después de incansables campañas contra los lombardos, los sajones, contra los ávaros, contra los eslavos, contra los godos y los visigodos, Carlomagno había logrado formar un gran Imperio. No fue tan solo un gran conquistador, Carlomagno quiso unificar a todos los señores y las aldeas de su imperio en una sola religión y bajo una misma cultura, basando su poder en el conocimiento.

10. Carlomagno y sus primeras universidades.
Casi 800 años más tarde del nacimiento de Cristo, Carlomagno se había convertido en una figura emblemática de toda Europa Continental y su imperio fue llamado el Imperio Carolingio. A pesar de ser un Rey tan poderoso, Carlomagno no había ido a la escuela ni había tenido profesores durante su infancia. Es que los nobles de esta época sólo se ocupaban de luchar y conquistar los territorios y creían que elucubrar complejos cálculos matemáticos o filosofar acerca del mundo era una inútil pérdida de tiempo.
Pero Carlomagno pensaba distinto, y a pesar de su escasa instrucción, tuvo una visión innovadora completamente revolucionaria para la época. En su corte reunió sabios y poetas de distintas partes del mundo, a quienes invitaba para discutir sobre cuestiones que iban desde la importancia de Dios hasta el origen del mundo y de las estrellas.
Él mismo aprendió a hablar latín, que era el idioma de los antiguos romanos y obligó a que fuera enseñado en muchas iglesias y monasterios de su imperio.
Los monjes tenían en su cargo documentar todos esos conocimientos universalistas que allí se enseñaban, este fue el origen de las universidades tal como lo conocemos hoy.
Dos siglos después de Carlomagno de aquellos monasterios nacieron muchas universidades: por ejemplo la Universidad de Bolonia en Italia que fue fundada en el año 1.088 y es la más antigua de Europa, o la de Oxford en Inglaterra que fue creada en el año 1096.

11. Catedrales medievales
La alianza entre Carlomagno y el Papa fue muy estrecha e importante, el Rey mando a construir muchísimas iglesias y monasterios a lo largo y a lo ancho de su imperio. Al comienzo las iglesias románicas se caracterizan por sus grandes bóvedas oscuras y frías donde reinaba un clima apagado que acentuaban el espíritu místico religioso. Pero también era así porque los arquitectos de esa época no dominaban sofisticadas técnicas de construcción y su prioridad era evitar que todo se desmoronada.
Varios siglos más tardes allá por el año 1.100 después de Cristo un nuevo de estilo comenzó a adueñarse de las catedrales de Europa, los arquitectos comenzaron a diseñar Iglesias con ventanas mucho más grandes, adornadas con vidrios de colores que representaban escenas de la vida de Cristo y que lograban un ambiente de gran luminosidad, estas fueron llamadas catedrales góticas. El mayor milagro de las catedrales góticas era el uso de vigas de arco que desplazan el peso hacia los costados, sus enormes y luminosas bóvedas logran sostenerse sobre columnas muy delgadas generando grandes elevaciones en un espacio etéreo.
El cambio de estilo románico al estilo gótico reflejó un cambio en la mentalidad medieval. Mientras que en el románico se apegaba a la Tierra y el gótico se elevó hacia el cielo con sus altas e interminables torres que se elevaban para estar más cerca de Dios.

12. La coronación de Carlomagno
En la noche de navidad del año 800 Carlomagno se hallaba rezando en la basílica de San Pedro, en Roma. El papa León III se le acerco, y mientras todo el pueblo se arrodillaba ante él, lo coronó emperador del imperio Romano Germánico. Así el gran reino de Carlomagno se transformaría en un imperio que quiso hacer revivir la grandeza del antiguo Imperio Romano. La enorme diferencia, era que los soberanos de este imperio no eran romanos, sino germanos.
Aquellos mismos, que siglos antes habían destruido Roma, pero que ahora con sus estratégicas alianzas con el Papa, habían decidido cristianizar y volver a unificar a toda Europa.

Para mostrarle sus respetos al nuevo emperador, enviados de todo el mundo llegaron a la corte de Carlomagno. El gran príncipe musulmán de Oriente Harun al Rashid le envió preciosos tesoros y hasta un elefante. La inteligencia, la fuerza de voluntad y la superioridad con la que gobernó Carlomagno destacó a toda una época. Pero desafortunadamente todos estos logros estaban atados a su propia personalidad, y se disolvieron poco después de su muerte. Catorce años después de su coronación en el año 814, el imperio fue repartido entre sus tres nietos, y pronto se descompuso en los reinos de Alemania, Francia e Italia. Las escuelas que creadas por Carlomagno, decayeron, y el arte de leer y escribir se mantuvo aislado en algunos monasterios dispersos. El Sacro Imperio Romano de la nación alemana, la gran obra de Carlomagno, no perduró por mucho tiempo y en los siglos posteriores Europa volvió a caer en guerras e invasiones incesantes que imposibilitaron cualquier esfuerzo de unidad y crecimiento común. Este fue el principal objetivo de Carlomagno, sigue siendo hoy uno de los principales anhelos de todos los Estados que componen la Europa de la actualidad.

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